sábado, 3 de agosto de 2013

La casa

La flor de Gaudí Hostel es una manera diferente de alojarse en Barcelona. La esencia del hostel es la casa en el número 5 de la calle Molist. No se trata de una casa cualquiera, sino que entre sus paredes han vivido varias familias y seguro que alberga además muchas historias.

La casa se construye en el 1925 aprovechando los muros de los jardines del Cottolengo de Barcelona (histórico sanatorio mental), como la mayoría de las casas de la zona. De hecho, las paredes limitantes de la casa son de roca madre y aún se conservan de aquella época. 

Decimos que tiene historia porque en la época en que se construye por estas calles corría el mismísimo Antoni Gaudí, que durante esos años vivía en el Parc Güell. La casa sobrevive a la Guerra Civil y, posteriormente, sus cuatro plantas fueron habitadas por varias familias. Los vecinos nos hablan de una mujer soltera en el piso del fondo, una familia en el ático, un pintor y su taller en el subterráneo, de los niños de otro piso correteando cuesta arriba, un lavadero en el patio… Toda aquella vida se fue apagando durante los ochenta: los niños crecen y se van, la mujer soltera se vuelve al pueblo y el resto se van haciendo mayores. La casa se vacía.

A principios de los noventa la casa vive una transformación del mismo nivel que el cambio que experimentó Barcelona para las Olimpiadas, cuando es adquirida por una empresa y pasa a ser un lugar de oficinas y reuniones. Pero no es hasta el 2002 que se vuelve a llenar de vida y lo hace de la mano de la música. Esta casa alojó a los triunfitos que participaron en la primera edición del programa televisivo. Se cuenta de esos días que el barrio vivía sumido en el caos, con cantidades de gente curioseando e incluso acampando delante del número 5 de la calle Molist.


Ahora llegamos nosotros a volver a llenar de vida esta increíble casa. Y con esta aventura que empieza, nuestra pregunta ahora es, cuantas historias más vivirá la casa de la mano del hostel La flor de Gaudí?